El encargo: De la periferia al centro

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De la periferia al centro

“Allí afuera, lejos en la periferia, afuera en el campo, no nosotros sino la Mater nos había construido un nido, nos había encomendado una tarea. Y por último, si queremos ser católicos entonces necesitamos la bendición del Santo Padre. ¡Marcha hacia Roma!”

Son las palabras del P. José Kentenich el 16.11.1965 en Belmonte

Un gran deseo del Padre Kentenich fue que el movimiento de Schoenstatt, fundado hace cien años en un desconocido valle del Rin en Alemania, estuviese presente en el corazón de la iglesia universal, es decir en Roma. En el año 1965 los representantes de la dirigencia del movimiento internacional de Schoenstatt le prometieron al padre fundador que se construiría un centro internacional de Schoenstatt en Roma. Pasaron más de cuarenta años hasta ver cumplida esta promesa con la construcción del centro internacional de Schoenstatt en Belmonte- Roma.

Con el término de la construcción de la casa de retiros, el Padre Kentenich recibirá finalmente en sus manos en forma material, el regalo que Schoenstatt le hizo para su octogésimo cumpleaños. Queda como tarea el llenar ese regalo con alma, vida y espíritu. ¿Qué hace el movimiento de Schoenstatt con el regalo a su fundador?

¿Qué hará el Padre Kentenich con este regalo?

Hay razones para creer que hará exactamente lo mismo que con todos los regalos que recibió en su vida: lo volverá a regalar.

Muchos están convencidos de que él quiere regalarle al Papa Francisco este santuario de amor a la iglesia, este santuario que representa la visión de una iglesia como la proyecta el mismo Papa Francisco.

Está en sus manos lo que el movimiento de Schoenstatt haga con el regalo del padre fundador al Papa Francisco.